Historia de la música
La variada música desde la antigüedad hasta nuestro siglo no sólo ha destacado por la cantidad sino básicamente por haber planteado nuevos rumbos en cuanto a la relación obra-realidad, realidad en todo el sentido del concepto. El compositor queda más involucrado en las distintas etapas del producto final, desde la génesis sonora hasta ciertas condiciones acústicas, y muchas veces estéticas, de la sala de conciertos.
Hombre y música comienzan a fundirse, identificarse, cada vez más quedando el todo, por lo general, convertido en un fenómeno plenamente particular, no repetible. Dentro de esta íntima fusión está el ejecutante quien tendrá a su cargo ciertas decisiones que rematarán el acabado final.
Término
El término música tiene su origen del latín “musica” que a su vez deriva del término griego “mousike” y que hacía referencia a la educación del espíritu la cual era colocada bajo la advocación de las musas de las artes.
La música es toda organización de sonidos que resulta agradable al oído.
La organización musical incluye los siguientes tres componentes:
LA MELODÍA: Se refiere a la organización sucesiva de los
sonidos uno después del otro. Cuando una persona canta sola y sin ningún
acompañamiento o alguien toca en un instrumento unas tras otras
individualmente las notas de una pieza musical, decimos que esa persona
está cantando o tocando la melodía.
LA ARMONÍA: Se refiere a los sonidos producidos
simultáneamente. Cuando varias personas cantan al tiempo diferentes
notas, o tocan diversas notas en sus instrumentos, o alguien, por
ejemplo en un piano, toca varias notas simultáneamente, produce armonía.
EL RÍTMO: Se refiere a la distribución de los sonidos en el
tiempo. Cuando escuchamos una pieza musical percibimos una sensación de
movimiento. Esa sensación es el resultado de la forma en que las
distintas notas se han distribuido en la pieza.
¿Qué es la música?
Puede decirse que la música es el arte que consiste en dotar a los sonidos y los silencios de una cierta organización. El resultado de este orden resulta lógico, coherente y agradable al oído.
Existen diversos principios que permiten llevar a cabo esta organización de los sonidos y silencios. La armonía, la melodía y el ritmo, por citar tres elementos, son cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de generar música.
La música, en definitiva, consiste en combinar sonidos y silencios. Los sonidos, a su vez, pueden ser infinitos, ya que es posible trabajar con innumerables variaciones de duración, intensidad, altura o timbre.